Las moléculas de agua se atraen entre sí mediante enlaces de hidrógeno. Esta cohesión entre las moléculas, provocada por dichos enlaces causa tensión superficial, ya que la superficie del agua se resiste a romperse. Debido a esto podemos observar hojas flotando en la superficie del agua e insectos acuáticos corriendo sobre el agua. Otra propiedad del agua es la adhesión, es decir, la tendencia a pegarse a las superficies que poseen cargas ligeras que atraen a las moléculas polares del agua. Te has preguntado ¿cómo llega el agua desde las raíces de una planta a las hojas? Es la adhesión la que permite que el agua ascienda desde las raíces hasta las hojas.

Un solvente es una sustancia que disuelve otras. La amplia capacidad del agua para disolver más sustancias que cualquier otro líquido le ha valido la designación de «solvente universal». El agua disuelve muchas moléculas que son importantes para la vida y es esta capacidad la que hace que el agua sea una fuerza tan valiosa para sustentar la vida. El agua también, disuelve otras moléculas polares, ya que sus polos positivo y negativo atraen los polos de cargas opuestas. Por esta atracción hacia las moléculas del agua, los iones y moléculas polares son hidrofílicos y se disuelven fácilmente en agua. Las moléculas con enlaces covalentes no polares, como grasas y aceites, no se disuelven en agua y por eso se llaman hidrofóbicas.

El agua y los cambios de temperatura
Nuestro cuerpo y el de otros organismos no pueden sobrevivir fuera de ciertos límites de temperatura. Las temperaturas elevadas dañan las enzimas que favorecen las reacciones químicas esenciales para la vida. Las temperaturas bajas también son peligrosas, puesto que la acción de las enzimas disminuye cuando se enfría. El agua tiene propiedades importantes que moderan los efectos de los cambios de temperatura y mantienen a los organismos dentro de límites de temperatura tolerables.

La escala de pH. es una medida de la acidez o basicidad de una solución acuosa. Esta escala va de 0 a 14, siendo 0 el valor más ácido, 14 el valor más básico y 7 el valor neutro. Una solución con un pH menor a 7 se considera ácida, mientras que una solución con un pH mayor a 7 se considera básica. Una solución con un pH de 7 se considera neutra. Las sustancias que pueden donar un ion de hidrógeno (H+) se consideran ácidos, mientras que las sustancias que pueden aceptar un ion de hidrógeno se consideran bases. Una solución neutra tiene un número igual de iones de hidrógeno e iones de hidróxido (OH-).